sábado, 31 de julio de 2010

¡Intentando escapar del horror!
Hoy, día 31 de julio, acosado por un calor infernal en esta Extremadura de extremos, me he sorprendido con una penosa noticia en el diario El País.
19 milicianos, se encuentran depositados en un nave propiedad del ayuntamiento de una pequeña pedanía de la provincia de Granada de nombre Lecrín.
Como único cobijo de esos cuerpos, unas más que modestas cajas de pobre madera. Conviven esos cuerpos humanos con utensilios de trabajo, quizás picos, palas y algún modesto zacho. También comparte espacio esos restos humanos con los cítricos de temporada, pues, el Ayuntamiento, presta la nave para la temporada de recolección. Basura seguro que hay pues conozco como son esos almacenes y porquerias varias infestarán sus rincones, ese es el lecho que se les ha proporcionado a....19 personas que fueron y no son.
Mí indiganación no tiene límites, esas 19 personas que huían de Granada posiblemente a Almería o Málaga y que encontraron la muerte después de ser capturados, fusilados y con un tiro de gracia, no se merecen más dignidad que yacer en una nave de un Ayuntamiento cualquiera.
Si queremos que la Memoria histórica devuelva la dignidad a las personas que murieron durante la guerra civíl, como permitimos que nuestros muertos descansen en una nave olvidada.
A la presidenta de la Memoria histórica de Granada Doña Maribel Brenes, ¿no le produce escalofrios desenterrar los muertos para almacenarlos junto con otros trastos?, ¿cree usted, que así devuelve la dignidad a aquellos hombres que murieron?.
¿Para que sirve la Memoria histórica si no devulve la dignidad a los que murieron?.
Yo diría que antes de desenterrar un cadáver más, habría que pensar que se hacen con esos restos. Primero identificarlos y después darles un descanso digno en un lugar digno, no en una maldita nave olvidada, llena de trastos inservibles y de basura.

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